martes, 19 de junio de 2007

Desde Gonnet

En junio hace frío. Tanto, que la gente se queda encerrada. Algunos, entonces, hacen cosas. En este caso alguien se puso a hacer canciones. Y se puso tanto, que en seis horas había compuesto un disco entero.

No es que querramos acusar al frío, desde ya; todo esto no es más que pura y exclusiva culpa del Pescado. Simplemente ayudó, tanto como las malas personas, un buen vino, o los locos lindos que se sintieron tocados y dijeron dale.

Los estudios Grillé tenían planes y los cancelaron. No así el Pescado, que exceptuando dormir siguió haciendo su vida (o eso cree, el muy pobrecito). Pero miró el reloj, que está adelantado 21 minutos, y el calendario de su modernísimo teléfono celular. Vio que tenía tiempo suficiente para grabar un disco. Uno más entre los miles de millones que suenan. Y también, por qué no, entre los otros tantos que no sonaron nunca más. Emprendió. En eso está.

Música como punto de partida para un escape, para crear un micromundo, y allí permanecer hasta que se haga la hora y sea momento de salir, pero siempre sabiendo que algún día habrá que volver. A veces son minutos, otras años. En este caso se estiman unas pocas semanas. Pasando en limpio, es lo que todos hacen: llevarla de la mejor manera encontrada. El Pescado, esta vez, no tiene motivos para ser una excepción.

Toda persona que alguna vez haya sentido algo (agujas o cachemira, da lo mismo) sabe que es necesario un espacio paralelo, un lugar de privacidad y expresión en donde juguetear con las emociones y vivencias. Moldearlas a gusto, al punto de deformarlas si así place. Hacer lo que uno quiera. Muchos no se hacen cargo. Algunos exageran y no salen mucho de ahí. Otros casi ni entran, y unos pocos incluso se lo llevan para afuera.

Me gusta el mío. Es chiquito, y huele a nuevo.



Fotografía: rokalandia.deviantart.com :: licencia CC

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gonnet, siempre me pareció una ciudad mágica. Tiene algo, su gente me resulta muy simpática, podría afirmar que una de sus piscianas conquisto mi corazón por largos años; y este pescadito grillé es la única persona del sexo masculino con la que chateo desde hace años.

Desde gonnet siempre salen cosas... esta puede ser la que musical y artísticamente estábamos todos esperando.

Desde berisso, tres eas por saltimbanqui, por la fiebre.