Hoy empecé a grabar el segundo disco de Saltimbanqui. Vengo gestándolo desde la mezcla del anterior, pero decidí por una vez en la vida no ser tan impaciente y tomarme un respiro.Así también va a ser el proceso: relajado. Seguramente deje su huella en algún rincón de la obra.
En el medio de dicho descanso pasé por muchas etapas. Siempre tuve medianamente en claro que habría una continuación, pero las dudas pasaban más por el Cómo, en todas sus formas. El concepto sonoro, tras mucho pelear conmigo mismo, ya está medianamente definido. ¡Aunque quién sabe adónde terminará!
Todavía no sé, eso sí, qué va a incluir; hay mucho material muy viejo que todavía sirve, y también cosas nuevas y por venir. Por lo pronto, apuesto a que varias de las canciones van a ser ideas que no encontraron su lugar en Roma.
Salute
Instantánea: pescado
