El disco debut de Saltimbanqui se llama Roma, y desde el 15 de agosto de 2007 estará disponible gratis y en formato mp3 a través de Internet.
Se trata de una obra urgente, con canciones compuestas en su mayoría durante seis horas de una tardenoche de junio.
Música para conseguir un escape. Retratos de la asfixia, pero también un espacio para tomar distancia, aprovecharse de las ventajas de la perspectiva, mirar desde lejos y reflexionar sobre lo que debería ser.
Tomar lo bueno, pero también tomar lo malo. Materializarlo, hacerlo propio. Lidiarlo en lo cotidiano, entenderlo. Que sangre, que arda. Que queme hasta causar el grito más desgarrador. Y que recién después salga; quién sabe lo que vaya a pasar después.
Desde algún rincón de una planta alta de Gonnet, y con Nicolás Dirisio como único invitado aportando panderetas y shakers, Roma fue compuesto, producido, grabado, mezclado y masterizado en poco más de 50 días.
Fueron noches y más noches sin dormir. Muchas idas y venidas, demasiados enojos y sonrisas participando e interactuando casi a la vez. Un proceso arduo, complejo, intenso; imperfecto por donde se lo mire. Casi un reflejo.
Tipo Walter, Hasta el jardín, Domingo, Pan, Origami, Ceguera, Puedo ver, Venenito, El frío polar, Chirapa, Las valijas no se hacen solas, Lo de siempre y El Cartel son las trece canciones en cuestión, que podrán bajarse libremente desde este blog junto con su correspondiente packaging virtual.
Desde el 8 de agosto disponible Domingo en mp3.
